Hoy es el último de los tres Días del Mirlo, que se llaman en realidad I Giorni della Merla, porque se llaman en italiano. Son los tres días más fríos del año. Eso dicen en estas tierras. Yo no podría asegurarlo, porque mi percepción en invierno normalmente es que los últimos tres días vividos, han sido los más fríos de la historia.
Pero el frío extremo de estos días no les ha sido atribuido sólo por la percepción de alguien. Se trata de toda una leyenda. Que tiene como protagonista a un animal: un mirlo.
Alguien me lo dijo de pasada en mi primer año acá. Los últimos tres días de enero se llaman así y son los más fríos del año. Sólo que no me contó la leyenda. Nadie lo hizo. Y que conste que la he preguntado. Así que me puse a dar vueltas por el google para enterarme de cómo iba. Y esto fue lo que encontré:
Había una vez un mirlo, que tenía un lindo plumaje blanco y que cada año sufría el maltrato de Enero, un mes frío y sombrío. Enero esperaba que el mirlo saliera de su nido a buscar comida, para entonces derramar frío y hielo sobre la tierra. Así se divertía Enero. El mirlo, cansado de la persecución continua, un año decidió juntar las provisiones necesarias y se encerró en su guarida por todo el mes de Enero, que entonces tenía sólo 28 días. El último día del mes, el mirlo, pensando haberse librado del malvado Enero, salió de su escondite y comenzó a cantar en tono burlón. Enero se enojó tanto que le pidió prestados tres días a febrero y se desató con tormentas de nieve, viento, escarcha, lluvia. El mirlo se refugió en una chimenea y se quedó allí durante tres días. Logró salvarse, pero cuando salió, su lindo plumaje se había ennegrecido por el humo y así quedó para siempre, con las plumas prietas.
La leyenda termina diciendo que si los Días del Mirlo son fríos, la primavera será linda, Y que si son cálidos, la primavera llegará en retardo.
Sí. Eso último no tiene ninguna relación con el grueso de la leyenda. Es más una especie de apéndice del que se podría prescindir sin ningún remordimiento. Aunque en realidad, si uno lee toda la leyenda con un poco de atención, se da cuenta que no es precisamente una obra maestra del argumento.
Hay un pájaro bueno y blanco que sufre el acoso de un mes frío y malvado. El pájaro encuentra la manera de salvarse de tal acoso y cuando piensa que ya la libró, se burla del mes malvado. Éste último se enoja y le cae encima con toda la fuerza de su helada maldad. Entonces el pájaro tiene que esconderse otra vez. Y al final todo el pueblo termina cagándose de frío tres días seguidos y el pájaro termina volviéndose negro.
Bueno. Estamos de acuerdo que es una leyenda, no una fábula. Pero si uno deja espacio a la libre interpretación, llega a encontrar un par de lecturas bien poco ocultas. Una: que si uno es blanco y sufre algún tipo de bullying, más le vale no protestar so pena de volverse negro. Dos: que si la maldad no te salió bien, tendrás siempre una segunda oportunidad para desquitarte. O tres: que si un pájaro no soporta con estoicismo el maltrato de la naturaleza, al resto del mundo le toca cagarse de frío.
Qué sé yo. Después de todo, no soy ninguna experta en leyendas. Que conste.