martes, 24 de enero de 2012

Pausa

Bueno. Pues es hora de ponerle la pausa a este blog. De hacerlo de manera formal, porque en la práctica, hace ya meses que la tiene.

El milagro llegó.

No en forma de novela, relato o micro ficción. Llegó con manos y pies inquietos, con ojos asombrados que parecen cuestionar el mundo, con una boca minúscula colmada de hambre, con un cuerpecito diminuto y demandante.
Así que por un tiempo, me retiro de esta y de todas las otras actividades que exige una vida virtual. Sólo por un tiempo. Es muy probable que eventualmente sienta las ganas de volver acá y contar lo que acabo de ver en la plaza, la conversación que oí en el autobús, lo que pasó apenas en el consultorio médico.
O no.
Ya veremos.

Postdata.
Gracias por haber leído, por cierto.


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